Innovadora tecnología permite almacenar biomoléculas a temperatura ambiente

Mano con guante manipulando tubo de ensayo

Desde la invención de los congeladores, la industria de las ciencias de la vida ha estado dependiente de ellos. Esto se debe a que muchas muestras de pacientes, candidatos a medicamentos y otros biológicos deben ser almacenados y transportados en congeladores potentes o rodeados de hielo seco para mantenerse estables.

El problema se evidenció durante la pandemia de Covid-19, cuando se tuvieron que descartar camiones de vacunas porque se habían descongelado durante el transporte. Hoy en día, las apuestas son aún más altas. La medicina de precisión, desde terapias celulares CAR-T hasta la secuenciación de ADN tumoral que guía el tratamiento del cáncer, depende de muestras biológicas prístinas. Sin embargo, un solo corte de energía, un retraso en el envío o una falla en el equipo pueden destruir muestras de pacientes irremplazables, retrasando el tratamiento por semanas o incluso deteniéndolo por completo. En áreas remotas y naciones en desarrollo, la falta de almacenamiento en frío confiable excluye efectivamente a poblaciones enteras de estos avances que salvan vidas.

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Cache DNA: Innovación en almacenamiento de biomoléculas

Cache DNA busca liberar a la industria de los congeladores. En el MIT, los fundadores de la empresa crearon una nueva forma de almacenar y preservar moléculas de ADN a temperatura ambiente. Actualmente, la compañía está desarrollando tecnologías de preservación de biomoléculas que pueden ser utilizadas en aplicaciones en el cuidado de la salud, desde pruebas de sangre de rutina y detección de cáncer hasta investigación de enfermedades raras y preparación ante pandemias.

“Queremos desafiar el paradigma”, afirma James Banal, cofundador de Cache DNA y exinvestigador postdoctoral del MIT. “La biotecnología ha dependido de la cadena de frío durante más de 50 años. ¿Por qué no ha cambiado eso? Mientras tanto, el costo de la secuenciación de ADN ha caído en picada, de 3 mil millones para el primer genoma humano a menos de 200 dólares hoy. Con la secuenciación y síntesis de ADN volviéndose tan baratas y rápidas, el almacenamiento y el transporte se han convertido en los cuellos de botella críticos. Es como tener una supercomputadora que aún requiere tarjetas perforadas para la entrada de datos.”

Transformando el acceso a la biomedicina

A medida que la compañía trabaja para preservar biomoléculas más allá del ADN y escalar la producción de sus kits, los cofundadores Banal y el Profesor Mark Bathe del MIT creen que su tecnología tiene el potencial de desbloquear nuevos conocimientos sobre la salud al hacer que el almacenamiento de muestras sea accesible para científicos de todo el mundo.

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“Imagina si cada humano en la Tierra pudiera contribuir a un biobanco global, no solo aquellos que viven cerca de instalaciones de congeladores de un millón de dólares”, dice Banal. “Eso serían 8 mil millones de historias biológicas en lugar de solo unas pocas privilegiadas. Las curas que estamos perdiendo podrían estar escondidas en las biomoléculas de alguien a quien nunca hemos podido alcanzar.”