Iniciativa europea creará envases biodegradables de fresas desechadas

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo adscrito al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, participa en un innovador proyecto europeo que busca crear plásticos sostenibles a partir de desperdicios de fresas. Esta iniciativa también incluye el desarrollo de una almohadilla antioxidante y antibacteriana que previene la producción de etileno, un gas responsable de la rápida descomposición de las fresas.

Con una financiación total de 4 millones de euros a través de las ayudas Pathfinder Challenges, el CSIC contribuye mediante el Instituto de Ciencia de Materiales (ICMM) y el Instituto de Catálisis y Petroleoquímica (ICP). La investigadora Eva Maya, coordinadora del proyecto en el CSIC, explica: “Ante el reto de crear envases bio-basados en alimentos, nuestra propuesta es crear envases a partir de frutas muy perecederas, como son las fresas”.

Desarrollo Sostenible y Economía Circular

El proyecto, titulado ECOSYSTEM, se centrará no solo en la creación de empaques para la fruta que llega al comercio, sino también en el desarrollo de acolchados para los envases y plásticos mulching utilizados en el cultivo de fresas. Asimismo, se fabricarán envases farmacológicos sustituyendo el aluminio por este nuevo material bio-basado.

Uno de los aspectos clave del proyecto es el estudio de estrategias para el reaprovechamiento de los bio-envases tras su uso. Maya indica: “Estudiaremos su reciclado, su biodegradación y sistemas de reutilización”. Se emplearán tecnologías innovadoras como biorrefinería, mecanoquímica y biotecnología blanca.

La Biorrefinería en Acción

El ICP se encargará de la biorrefinería, procesando los desperdicios de fresas para extraer materias primas como celulosa, lignina y furfural. Martín Alonso, investigador del CSIC en el ICP, comenta: “Cerramos el círculo de la economía circular, aprovechando todos los residuos del cultivo de fresa que tengan biomasa”.

Posteriormente, las materias primas serán llevadas al ICMM, donde se crearán moléculas mediante mecanoquímica, un proceso eficiente que no utiliza calor ni disolventes. Esto permitirá la fabricación de nuevos envases, además de desarrollar una almohadilla que no solo absorba humedad, sino que también sea antioxidante y antibacteriana.

El proyecto está liderado por la fundación española Funditec y cuenta con la colaboración de entidades de varios países europeos, incluyendo España, Italia, Suiza, Dinamarca y Grecia.

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