La certidumbre regulatoria es necesaria para impulsar la inversión en conectividad.
Durante décadas, los consumidores y empresas europeos han disfrutado de la elección, el valor y la innovación en la infraestructura de banda ancha fija, sustentados por un marco regulatorio predecible y consolidado que ha reducido las barreras de entrada.
La regulación europea ha buscado encontrar un equilibrio entre la competencia y el fomento de la inversión a largo plazo necesaria para construir y operar una conectividad de fibra óptica de alta calidad y gigabit.
Impacto de la Regulación en la Competitividad
En contraste con el acceso móvil, el acceso fijo, incluidos ductos y postes, sigue siendo un monopolio natural en gran parte de la UE y es imposible de replicar completamente. Para servir a las empresas europeas, los operadores deben ofrecer conectividad en una variedad de sitios urbanos y rurales. Dado que solo los operadores incumbentes tienen cobertura nacional, el acceso mayorista sigue siendo clave.
Es alarmante que la Comisión Europea esté proponiendo relajar la regulación sobre antiguos monopolios fijos.
Creemos que las propuestas de la Comisión son un paso hacia atrás. La desregulación del acceso mayorista llevaría a una nueva monopolización y ahogaría la competencia y la inversión en servicios de conectividad fija, especialmente durante la migración de cobre a fibra.
Propuestas para un Futuro Sostenible
Este enfoque contrasta marcadamente con los principios de competencia como motor de inversión que la Comisión ha promovido durante décadas. Además, podría consolidar el dominio, especialmente en áreas desatendidas, poniendo en peligro la velocidad de despliegue de infraestructura de fibra completa y servicios capaces de gigabit para millones de europeos.
Por lo tanto, sería prematuro y perjudicial para la certidumbre regulatoria que Europa se aleje del modelo ex-ante o elimine todos los mercados de la Recomendación sobre Mercados Relevantes (RRM).
Esto resultaría en un caso de inversión menos competitivo para las telecomunicaciones fijas en Europa, dejando varados miles de millones de euros comprometidos por el sector privado y reduciendo el sentimiento inversor.
Las propuestas actuales de la Comisión suprimirían aún más la futura adopción de servicios por parte de consumidores y empresas, inhibirían la innovación en redes y complicarían lograr los objetivos de la Década Digital 2030 de Europa.
Instamos a la Comisión a establecer un marco predecible para la infraestructura fija basado en los siguientes principios:
- Preservar el modelo ex-ante para estimular la competencia y la inversión en el sector, aumentando la elección y adopción por parte de los consumidores. La regulación ex-ante sigue siendo esencial para el acceso local mayorista (mercado uno) y la capacidad dedicada mayorista para la conectividad empresarial (mercado dos), incluida la fibra oscura. Las obligaciones simétricas bajo la Ley de Infraestructura de Gigabit no son un sustituto de remedios específicos dirigidos a controlar el poder excesivo del mercado, como el acceso a servicios de fibra pasiva, especialmente en áreas donde es poco probable que surja competencia en infraestructura.
- Asegurar el acceso a infraestructura física, incluidos ductos y postes. En muchos estados miembros de la UE, esta infraestructura sigue siendo controlada en gran medida por un solo operador, creando un de facto.
- Completar la Ley de Redes Digitales antes de considerar cambios en el marco de la RRM. La estrategia de conectividad de la UE en la Ley de Redes Digitales debe implementarse y su impacto evaluarse completamente antes de que la Comisión considere cambios en el marco de la RRM. La Comisión debe considerar adecuadamente que los reguladores nacionales aún encuentran necesario regular los mercados uno y dos. De los 27 NRAs de la UE, 23 regulan actualmente el mercado uno y 15 regulan el mercado dos.
La inversión a largo plazo en redes de fibra depende de la certidumbre regulatoria. Sin embargo, las ambiciones de Europa para la Década Digital 2030 solo se lograrán si la Comisión adopta un enfoque equilibrado y basado en evidencia para la regulación del mercado de telecomunicaciones fijas.
Sin ello, el futuro digital de Europa seguirá tambaleándose mientras competidores globales avanzan, lo que llevará a un crecimiento de productividad débil, estándares de vida estancados y un continente menos seguro.
Por lo tanto, hacemos un llamado a la Comisión para que trabaje estrechamente con la industria y los reguladores nacionales para garantizar que el marco regulatorio siga apoyando tanto la inversión como la competencia para todos los actores.
Las empresas firmantes operan redes en todos los 27 Estados miembros de la Unión Europea, sirviendo a alrededor de 240 millones de clientes.
Edward Bouygues, Chairman, Bouygues Telecom
Keri Gilder, CEO, Colt Technology Services
Alex Goldblum, CEO, Eurofiber
Walter Renna, CEO, Fastweb+Vodafone (Italia)
Thomas Reynaud, CEO, iliad Group
Giuseppe Gola, CEO, Open Fiber
Robert Finnegan, CKHH-HWEL Deputy Chairman, CK Hutchison Group Telecom (Three Group)
Ralph Dommermuth, CEO, 1&1 AG
Margherita Della Valle, CEO, Vodafone Group Plc