El conector USB-C, llamado a reemplazar los actuales estándares y a convertirse en la referencia del futuro. Todo apunta a que cualquier dispositivo, en un horizonte no muy lejano, dispondrá de un puerto de este tipo, lo que facilitará la carga y transferencia de datos, vídeo y audio y evitará que el usuario tenga que llevar consigo distintos tipos de cables.