Muchos apasionados de la tecnología llevamos años imaginando un futuro en el que las palabras bastan para que el móvil haga el resto. ¿Para qué abrir una aplicación y navegar entre menús si podemos pedirlo en voz alta y ya está? “Marca todos los mensajes como leídos”, “Pide un coche desde mi ubicación”, “Abre la app de descuentos y dime qué promociones puedo usar hoy”. En ese futuro ideal, un agente debería encargarse de todo sin que toquemos la pantalla.


