Se trata de un protocolo de actuación orientativo dividido en tres fases, que incluye la propuesta de políticas preestablecidas, especialmente enfocadas en la comunicación y la autorregulación emocional. Tal y como refleja el último estudio de Cigna, ‘COVID-19 Global Impact’, el 67% de los españoles ha confesado sentirse estresado durante el confinamiento. Debido al impacto emocional de la pandemia, es más importante que nunca que las empresas cuenten con herramientas que ayuden a prevenir y manejar el estrés, uno de los principales factores de riesgo para la salud y bienestar. El papel de las organizaciones, con sus departamentos de Recursos Humanos al frente, es clave para garantizar que la transición a la normalidad se realice con éxito.